El Mundo | Autor: por Lucía Borello | 18-02-2021
“Ghosting” y responsabilidad afectiva
Dos caras de una misma moneda
Si bien el ghosting -la acción de dejar de tener comunicación con algujien sin razón aparente- suele asociarse a las relaciones sexo-afectivas de los jóvenes, también sucede entre amigos, familiares, compañeros de trabajo y a todas las edades. Aunque el término es novedoso, el fenómeno no lo es.
La no respuesta es una respuesta legitimada como una indiferencia válida en tiempos decoqueteo moderno donde todo vale y nada vale mucho (…) desaparecer como si los fantasmas habitaran en la ausencia como golpe fatídico a un corte que no merece explicación (Peker Luciana, 2018, "Putita Golosa").
¿Qué es el ghosting?
"Uno debe hacerse cargo de lo que genera", afirma Zysman. "Si yo te prometo, te contengo, te quiero, te busco, te hablo, después tengo que responder a eso que yo generé”.
Elghosting podría definirse como la acción de dejar de tener comunicación con alguien sinrazón aparente. Cortar cualquier tipo de contacto posible. Es una palabra proveniente del sustantivo en inglés "ghost" que significa "fantasma". Una posible traducción al español podríaser “fantasmeo”, transformarse en un fantasma, desaparecer.
Si bien el ghosting sueleas ociarse a las relaciones sexo-afectivas de los jóvenes, también sucede entre sueleas ociarse, compañeros de trabajo y a todas las edades. Aunque el término es novedoso, el fenómeno no lo es.
La responsabilidad afectiva podría considerarse como la contracara del ghosting. Esta tiene como condimentos principales la comunicación y el respeto. En diálogo con Télam, la psicopedagoga, María Zysman, definió a la responsabilidad afectiva como “hacerse cargo de lo que uno genera. Si yo te prometo, te contengo, te quiero, te busco, te hablo, después tengo que responder a eso que yo generé”. En otras palabras, ser coherente entre las propias palabras y las acciones, que lo que hago y digo tiene efectos en quien recibe esos mensajes.
Clavar el visto
"Clavar el visto" es una imagen característica de los tiempos que corren, que atenta contra el autoestima y el deseo de los otros.
A pesar de que el fantasmeo es atemporal, la era digital ha cambiado las reglas del juego, y así lo describe Zysman, autora de libros como ‘Ciberbullying’: “las redes sociales generan un espacio confuso, cambian las reglas del sentido común”. El lenguaje en la virtualidad desdibuja la responsabilidad a la hora de relacionarnos.
Además, expresó que “en la vida pre redes uno llamaba o no llamaba. Se veía con el otro por decisión mutua o de casualidad. Se planteaba y se planeaba el deseo del encuentro”. Ahora, ghostear es muy sencillo. Bloquear a alguien en Instagram y seguir como si nunca hubiera existido.
Recibir un Whatsapp y no contestarlo genera ansiedad en quien está del otro lado de la línea porque vivimos dependientes de la inmediatez y expectantes del minuto a minuto. Clavar el visto es una imagen característica de los tiempos que corren, que atenta contra el autoestima y el deseo de los otros.
Hoy en día, ghostear es muy sencillo. Bloquear a alguien en Instagram y seguir como si nunca hubiera existido.
Estos manejos comienzan a una temprana edad, y así lo explica Zysman: “Es muy frecuente entre adolescentes. Más allá de cortar cualquier otro tipo de vínculo, es un mensaje muy claro el seguir a alguien o dejar de seguirlo en redes sociales. Cuando quieren decir algo y no encuentran las palabras, cuando algo les duele, cuando sienten muchos celos o envidia, dejan de seguirlos desde su cuenta original, pero se arman una cuenta falsa para stalkearlos desde ahí. El tema es estar al tanto de la vida del otro sin que el otro sepa qué y o me intereso por esa vida”.
En conclusión, un falso desinterés por los demás. Estemos operandi tampoco se aleja demasiado de lo que hacen los jóvenes y los adultos adultos, el individualismo y el desapego, nos transforman en personas con fechas devencimiento al vincularnos. Esta premisa corresponde al sistema capitalista por excelencia.
Todos somos bienes de consumo
La psicopedagoga María Zysman,
La cosificación de los cuerpos y los deseos es parte de lo que podríamos denominar como capitalismo emocional, como también la desconexión de los sentimientos. Usar y desechara las personas como si fueran objetos que pueden ser sustituidos por otros con facilidad. Zysman, directora del equipo ‘Libres de bullying’, manifiesta que “somos un producto en lasredes sociales, somos algo que se vende y se compra. En Instagram, en Tik tok...
"Noimporta quién soy ni dónde vivo, importa todo lo que me pueden vender y cómo me pueden vender a mí. Somos todos bienes de consumo. Cuando se mezcla lo afectivo con locomercial es cuando sufrimos. El otro empieza a ser un objeto que yo puedo tomar o dejar, seguir o no seguir. El otro pasa a ser una moneda de intercambio", contin{ua Zysman. "Es un gran mercado persa porque todos tratan de sacar algo y de conseguir algo, cueste lo que cueste. Afectos, amigos, novios, amantes, pacientes, terapeutas, vale todo”.
En definitiva, podemos comprar auriculares, dejar de seguir una cuenta, compartir un video, conseguir una docente de inglés, cancelar una compra, darle me gusta a una publicación, reaccionar a una historia, todo a través de un click.
Te puede interesar
Marcha en Madrid pro Palestina
La organiza la izquierda
Más de 150 rehenes israelíes a manos de Hamas
El conflicto escala cada día más
Después del atentado Israel sigue contando muertos
Son más de 260
La Iglesia cruza a Milei
Por las críticas a Francisco
Ucrania recupera un pueblo
“Robotyne ha sido liberado”
La venganza de Putin
Muerte de Yevgeni Prigozhin
Asesinaron a un candidato a presidente en Ecuador
Fernando Villavicencio