EDITORIAL | Autor: redacción | 22-01-2023
Y el último que apague la luz
Pollitos en fuga
Pollitos en fuga, parece ser la nueva peli que se va a rodar en el entorno de Cristina, donde se palpa una crisis existencial del kirchnerismo. La Cámpora se encuentra sumergida en un profundo debate sobre su rumbo; ante la falta de recambio impulsan la “desproscripción” de Cristina. Massa mira de costado y esquiva los latigazos de uno y otro lado. Es el ocaso, sólo que aún no lo aceptaron ni los propios ni los ajenos.
Máximo Kirchner, se quedó un mes en el sur como suele hacer por razones familiares, pero esta vez se aisló para evaluar el rumbo de su agrupación y su propio futuro. “Estuvo corrido y poco comunicado. Está incómodo y repasando todo, qué hace él, que debe hacer La Cámpora. Si bien tiene buena relación con Massa no se siente satisfecho con el rumbo económico. Es un momento de replanteo fuerte”, explica una fuente de la organización.
Esa introspección abarca un punto fundamental: lo que internamente consideran “la crisis de mediano plazo”, es decir el progresivo envejecimiento de sus cuadros y el fracaso del trasvasamiento generacional. “Para nosotros es una crisis existencial. Surgimos como una agrupación juvenil y hoy todos los líderes tienen 45 o 50 años y no hay recambio. Nacimos como una organización al estilo de los años 70, revolucionarios y con cuadros territoriales, estructurada verticalmente y pensada desde la ocupación del Estado, y hoy apoyamos un capitalismo con buena onda”, concluye el referente del espacio para resumir la conversación interna que vienen teniendo. Está claro que el corrimiento de Cristina afectó políticamente al Frente de Todos en su conjunto, pero para La Cámpora representó además una interpelación a su naturaleza ideológica y a su lógica de construcción de poder. Sin mucho más para dar lo que viene es la agonía y la pena ajena.