EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 11-06-2020
Chromecast 19
Un virus como contenido
Si es cierto que los artefactos tienen polÃtica, tal como lo manifestara Langdom Winner ("Do Artifacts Have Politics?",1983) cabe preguntarnos si el COVID 19, en todo caso, un dispositivo ¿natural? de represión social, responde a una intención de hacernos como colectivo, al menos, un tanto diferentes a lo que éramos. Menuda conversión global no puede haber sido dirigida al azar ni haber perpetrado desastres civiles de forma casual. Como el Chromecast, aquel aparato que aprendimos a usar en la cuarentena y se convirtió en un camino de ida para los neófitos que todavÃa pagamos por los servicios de cable, este virus nos va a poner en tensión con cada acto cotidiano por el que desembolsábamos dinero antes de la pandemia.
El Chromecast es un dispositivo fabricado por Google, y con el que puedes enviar contenido desde tu móvil, tu tableta o tu PC al televisor en el que esté conectado. Con él bien le podemos decir adiós al sistema tradicional del cable. El Covid 19, modelo 2020 en las pampas argentinas está suplantando la atención primaria de la salud por video llamadas médicas, la escuela por una charla informal de zoom, las sesiones de masajes por cursos de meditación web y las visitas a los balnearios de fin de semana por películas en continuado en el tv del living. Así las cosas, el amor puede ser una jornada de sexo virtual por webcam, una cena familiar una video llamada múltiple de Whatsapp y una compra de alimento de mascotas un clic en una pantalla. La vida sigue, mientras los controles de mi teléfono se agrandan en una pantalla de 32, 40 ó 50 pulgadas, en tecnología Led, que pide a gritos sensatez y un tiempo para cada cosa. Los contenidos de la TV basura de Jorge Rial son reemplazados por las incoherencias del gordito Granados, hijo del ex comediante de Tinelli, ahora devenido en filósofo de los centenials en podcast para retardados.
Los políticos se están quedando afuera del Chromecast. Esto se produce, básicamente, porque los usuarios comunes pasan de los programas amorfos de la tv "cachusa", de panelistas rancios y modelitos avejentadas devenidas en periodistas, después de desposar al dueño del canal de tv que produce la señal de origen. Todo gira, todo cambia, todo pasa, el Chromecast parece que no, que llegó para quedarse.
La vida de carne y hueso amanece, después de la meditación y el prana, residuo del plexo solar, que emana del aparatito conectado al puerto HDMI del TV. El chakra del Plexo Solar se representa por una Flor de Loto amarilla brillante de diez pétalos y gracias a él, el ser humano puede vivir físicamente. Ahora, sumamos al Google Chrome para justificar nuestra existencia, en tanto mortales, en tanto un poco humanos, migrantes del universo de la economía del tiempo. Pandemia mediante, el Plexo Solar, Sol de tu Vida, Sol de la Vida nos revela otra “Flor de Loto" ahora con once pétalos amarillos.
Esta visión de la vida, según Confucio(551 – 479 a.C) Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético – más que religioso – que ha llegado hasta nuestros días, no incluía dispositivos para ver la tele desde el teléfono. Hubo un tiempo donde la vida parecía ser un poco más neutra.
Entonces, aislados de todo y creando nuestra propia realidad de estupideces, al mejor estilo Tic Toc, la cuarentena le disputa el lugar de sinsentidos a los actos televisados del "Trío más mentado" del momento nacional: Fernández, Larreta y Axel son, por así decirlos, actores de reparto o simplemente desconocidos en la realidad de los centenials.
Por si esto fuera poco algunos terraplanistas suponen que el virus se propaga por las antenas de 5G. Entonces el Chromecast podría estar neutralizando o empujando a la sociedad a que patine en el borde del barranco. Es de noche y no se distingue la línea del horizonte. Mejor pensar en que mañana nos volveremos a conectar para leer, de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo, una opinión real en un portal informativo que exista, al menos, por una jornada más.