EDITORIAL | Autor: Redacción | 11-02-2020
Todos ponen
El juego de la perinola
En tiempos de realidad virtual, el juego de la perinola está más vigente que nunca. “Todos ponen” es lo que toca. Y como dice el dicho popular “cuando toca, toca”. La Argentina y nuestra ciudad como un recorte de la sociedad es un ejemplo de ello.
El juego grupal, que rememora un tiempo que fue pero sigue, de alguna manera vigente, muestra diferentes aristas de una misma realidad. “Todos ponen” o “toma todo” son algunas de las variantes.
La crisis económica de nuestro país nos pone en la disyuntiva de asumir un compromiso con el presente y el futuro. El “no te metas” no figura entre las alternativas aunque es la opción para algunos. Para muchos de los que formamos parte de la sociedad pro activa, toca “todos ponen”. Porque en tiempos actuales, el trabajo y el esfuerzo es la única fórmula qe lleva a buen puerto. No existe el “sálvese quien pueda” porque en la sociedad en la que vivimos el bienestar del otro hace el bien común. La calidad de vida que marca el acceso a la educación, a la salud, a un trabajo digno que permita vivir por sobre la mínima que marca la caída al nivel de pobreza es preocupación de muchos y ocupación de otros tantos que velan por sus emprendimientos y empresas. Una lucha que viene de hace mucho y que hace que el día a día se, en algunos casos, una especie de odisea para subsistir.
Porque las cuentas no dan. Las magras cajas marcan una recaudación, aún en plena temporada, que exige de la creatividad, la fortaleza y la dedicación para emparejar el gasto diario operativo.
Pero, qué les voy a contar a los lectores de OPI22 de lo difícil que es cumplir con las obligaciones fiscales, afrontar la suba de los servicios de los que somos cautivos y garantizar la calidad de vida de nosotros mismos y nuestro entorno, llámese familia, empleados, socios o clientes.
El juego de la perinola consiste en girar un hexágono de madera o de plástico en el cual en cada una de sus caras estaba grabada alguna de las órdenes del juego, el maravilloso “Toma todo” o el terrible “todos ponen”. Un juego de apuestas y de azar que se disfrutaba en grupo. Así las cosas, para muchos la ciudad necesita de esa impronta grupal que lleva a un grupo de personas a tomar el juego en sus manos para poner “todo” y hacer girar la producción, el comercio.
Es en esa voluntad férrea donde radica la riqueza de la sociedad por que corren tiempos de “poner todo” para sostener una ciudad, como el país, en la que las cuentas no dan y la plata no alcanza para afrontar los compromisos. En este sentido, no se enarbolan banderas políticas sino que el leit motiv es el bien común. Porque a nadie le sirve una sociedad sin expectativas de futuro, sin proyectos integrales que contemplen el bienestar común.
Nuestra comunidad está llena de ejemplos de personas que ponen el hombro para seguir girando y eso permitió que se afrontara el desafío de la temporada 2020.
Ahora, se transita el último tramo del verano y ya están en marcha los proyectos que permiten a la ciudad toda enfrentar los desafíos de la vida cotidiana, transporte público, educación garantizada a nivel municipal y provincial, salud preventiva, cultura y ocio para hacer de la vida una combinación entre el trabajo y el esparcimiento.
Muchos nombres vienen a mi mente cuando pienso en el juego de la perinola entre tantas personas que conozco y veo trabajar para el bien común. Y aunque ahora no ponga visible los nombres de los que hacen a la ciudad más operativa, más inclusiva, les digo que no son invisibles, que las acciones están e inspiran a otros a sumarse porque la perinola es un juego de zara pero el trabajo que muchos realizan es la consecuencia de la planificación, la dedicación y el esfuerzo de todos los días.