EDITORIAL | Autor: Andrés Maslik | 06-02-2020
Modo nada
O todo
Hoy decimos "se puso en modo nada", pero hace más de una década la frase era otra: "tipo nada". La realidad, cÃclica y caprichosa, nos enfrenta con el Kirchnerismo, asà como en 2004 y 2005, cuando se rodaba la saga "Ricos y Mocosos" dentro del legendario programa de Canal 9 "No hay dos sin tres". Argentina, sin duda, cumple con todas las letras de aquel tÃtulo histriónico de Pachu Peña y Pablo Granados, humoristas de Tinelli que habÃan probado suerte propia en otro canal. Asà las cosas, en 2020 nos ponemos en "Modo Nada" y dejamos fluir argumentos con respecto a todo, incluso a la deuda externa que aquel conglomerado de gente "progre" contribuyó a montar en el absurdo.
"Ricos y Mocosos" fue un segmento de estilo bizarre dentro del ciclo humorístico, que alcanzó enorme popularidad durante los años 2004 y 2005, y que parodiaba a tiras "teenagers" como Rebelde way o Frecuencia 04. Estaba liderada por Pablo Granados, Pachu Peña, Freddy Villarreal y con un reparto que también incluyó a Soledad Fandiño, Amelia Bence, Analía Franchin y Alakrán, entre otros.
Con la trama ubicada en la institución educativa "Saint Tropez" al que concurren jóvenes multimillonarios en que impera el lema: "el mundo es dinero", la serie encontró el espacio ideal para desarrollar un humor absurdo y una crítica liviana al funcionamiento de la educación y modismos de la élite en la Argentina. La novela fue un éxito en 2004 e impactó rápidamente en la audiencia juvenil por la aguda utilización de modismos actuales. El “tipo na’...”al hablar, o el “¿to’o bien?” para saber acerca del otro –ambos modismos dichos con inequívoca voz gangosa– se convirtieron en usos y costumbres entre los más jóvenes. Aunque "No hay 2 sin 3" tenía otros segmentos fue "Ricos y mocosos" el que cada noche abrió las emisiones y modificó el perfil de su audiencia.
Volvemos a la nada, aquella que inexplicablemente nos deja al desnudo, tal como somos y nos sentimos. Dos décadas después del colapso producido por el neoliberalismo y la corrupción de los gobiernos de Menem y De la Rua, asistimos al colapso producido por el fracaso de 12 años de un gobierno seudo progresista y corrupto unido a cuatro años de un gobierno neoliberal e ineficiente. Demasiado para un país que amenaza con ya no ser sustentable en el tiempo.
Modo nada, sin intereses de la deuda, a la que enfrentaremos con reservas, que conservamos años anterior gracias a que solicitamos préstamos, es decir, que contrajimos deuda.
Otra vuelta en el carrusel. La sortija en la mano del FMI. Nada, modo nada, tipo nada. La calesita sigue girando.