EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 07-10-2019
¿Qué es la derrota?
Porque te escuchamos
"Te escuché y tenés razón" dice el nuevo spot de Macri, de campaña, en el que se dirige a un público al que supone deficiente de comprensión, o cándido, cuando no ingenuo. Posiblemente mucho de nosotros lo seamos, pero el colectivo social de los argentinos, en su mayorÃa, no deben serlo. Si tenemos en cuenta el resultado de la PASO y aceptamos que el pueblo es soberano, es difÃcil suponer que si Macri no escuchó a nadie en los primeros 44 meses de gobierno vaya a hacerlo en los últimos 4. Asà las cosas, creemos que el equipo de gobierno, derrotado por su incapacidad para gobernar, con altos niveles de ineficiencia y endeudamiento, fracasado en sus iniciativas y derrotado en el simulacro de elecciones que significaron las PASO, trata de mejorar su imagen haciendo cosas que su ADN polÃtico e ideológico no acepta. Son falsos y se les nota.
¿Qué es una derrota? En el diccionario se le da la primera acepción a la retirada desordenada de un ejército vencido. Este término se ha ampliado en su nivel de comprensión y aplicación. También una derrota, en náutica, es el trayecto que recorre una embarcación desde un punto "A" hasta otro punto "B". En la carta náutica se traza la ruta que se intenta seguir; la derrota es el trayecto que «en realidad» se sigue, debido a corrientes, vientos, errores instrumentales, etc. A consecuencia de ello se realizan modificaciones en el rumbo de la nave. Si pensamos que Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio, ha sufrido una estrepitosa derrota en agosto y se encamina a otra el 27 de octubre, cualquiera de las dos acepciones, metafóricamente, dicen algo.
Siguiendo con la náutica, el cuarto de derrota es una área contigua al puente de mando (timonera) donde se sitúa la mesa de cartas náuticas y desde donde se efectúa el cálculo y el trazado de la posición del barco. El cuarto de derrota de Juntos por el Cambio, podríamos decir que ha perdido su hoja de ruta, se le mojaron las cartas náuticas y no puede hallar el rumbo.
Un definición moderna y acertada de derrota nos dice que se trata de la acción y efecto de derrotar o ser derrotado. El verbo derrotar, por su parte, hace referencia a vencer o ganar en un enfrentamiento, a romper o destrozar, o a arruinar a alguien en la salud o en sus bienes.
Macri y su equipo, entonces, derrotaron a la clase media y a los trabajadores, luego del estrago doloso de la década anterior. Después, entonces, el pueblo soberano le devolvió la derrota, pues le infrigió una pérdida de tal magnitud en las elecciones de agosto que ya casi nadie se atreve a discutir el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones generales del 27 de octubre próximo.
En la derrota se aprende más que en la victoria, se escucha decir muchas veces como algo general. Es probable que sea cierto, casi tan seguro, como que no te bañarás dos veces en el mismo río (Heráclito de Éfeso). Juntos por el Cambio no volverá a sufrir una derrota como la de agosto. Esa fue única. Claro que puede volver a perder y hasta desaparecer como fuerza en 2020. En el origen de las cosas, en este caso de la derrota, una voz que clama desde el vacío de un no lugar nos dice que es duro decir adiós, pero el tiempo se acabó, Suena el silbato y todos sabemos qué sobreviene después de la derrota, a la que solemos maquillar como cuando pierden los Pumas y la llamamos "derrota con honor". El ejército, despilfarrado y lastimado, no sabe de otro honor que no sea conservar la vida, que en este caso, parece servir de poco.