EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 06-06-2019
Perspectiva de derechos
Más de la mitad de los niños son pobres
Los datos del Observatorio Social de la UCA nos vuelven a poner en foco sobre los problemas verdaderamente importantes que tiene nuestro paÃs. En este caso, saber que casi el 52 % de los niños que viven en Argentina son pobres nos proyecta a un estado de la cosa que genera, cuanto menos, indignación y rechazo a la gestión de gobierno, en todos sus niveles: Nacional, Provincial y Municipal. Tal fracaso colectivo no es comparable con ningún otro perÃodo de la democracia, ni con la crisis de fines de 2001 - 2002, en donde la pérdida de institucionalidad, nos remitÃa a situaciones de desastre. Para llegar a esta triste medida récord hubo que trabajar mucho en sentido de pérdida de derechos, es decir en una perspectiva de no derechos de los niños, niñas y adolescentes. Con los valores sobre la mesa solo queda preguntarnos el porqué y allà los factores que confluyen, como si se tratase de una tragedia griega, operan en sincronÃa y coincidencia espacio temporal de forma funesta.
Nuestra sociedad se fragmenta en torno a los temas sociales, de la misma manera que lo hace frente a las posturas económicas radicales. Sin embargo, desde ambas orillas de las posturas se ignora lo que significa la pobreza real en niños reales, en entornos tan desfavorables que hacen imposible la inclusión efectiva en su seno.
Afortunadamente existen en el ámbito académico nacional asombrosas excepciones. El Doctor Norberto Liwsksi, seguramente el especialista más reconocido en materia de perspectiva de derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en nuestro país, y muy reconocido a nivel mundial, Director de la especialización análoga de la Universidad Pedagógica Nacional, escribió una vasta cantidad de publicaciones en las que advertía sobre el riesgo de lo que significa la pérdida de derecho universales de nuestros jóvenes. En "La agenda pendiente de los derechos de la infancia" dice, casi como conclusión, que "toda producción de la sociedad civil tiene que estar pensada en cómo incide en el proceso de producción de las políticas". Al parecer a nuestra Argentina y en nuestra Provincia de Buenos Aires, esta máxima le cae en saco roto. Los números de la pobreza infantil, puros y duros, así lo afirman.
En ese sentido, también, Javier Moro,Investigador del área de política social del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento, publicó en 2018 "Diez años del sistema de promoción y protección de los derechos de la niñez y la adolescencia: un balance desde el Conurbano Bonaerense" El contenido generado podría fijar la agenda de trabajo de los próximos cincuenta años de los gobiernos. Sin embargo y lamentablemente, en estos últimos cuatro años de gobierno, han sido desoídos y soslayados, al punto de desintegrar los presupuestos nacionesles, provinciales, y municipales, en este área.
Moro (2018), por caso, plantea lo que él llama "La nueva y compleja trama institucional en la Provincia de Buenos Aires", en donde explica la incierta y compleja articulación de políticas de los distintos niveles, de hecho, el provincial y municipal. Incluso explica que para el año 2012 sólo “el 61% de los municipios declaró que cuenta con una asignación presupuestaria destinada al diseño, implementación y evaluación de la política de niñez a nivel local”. Pero, por otro lado, los presupuestos de campañas electorales se han multiplicado por 7 y hasta por 10, respecto a 2015, en más de la mitad de los municipios de la provincia de Buenos Aires. En algunos casos las cifras declaradas y no superan estos guarismos. Otra vez la realidad nos golpea en la cara en términos de casos particulares, inductivamente multiplicados hasta el universo de este 51,7 % de ninños pobres.
Sabemos que en una perspectiva de derechos, la política social se define como el conjunto de objetivos, regulaciones, sistemas y entidades por medio de las cuales el Estado se dirige a crear oportunidades y fortalecer instrumentos en términos de la equidad y la integración social. Luego la tensión que se produce entre la universalización de las políticas y la focalización que los estados hacen de las mismas en los sectores más vulnerables, suelen dejar huecos de dificil cobertura. En la actualidad, el retiro de fondos por desfinanciamiento del estado, lo que no es otra cosa que el retiro del estado de las políticas públicas, ya no es una decisión de costo político electoral, sino el incumplimiento de los deberes del estado como tal: en síntesis, el estado cometiendo un delito contra los más vulnerables de la cadena.
Así las cosas y en vísperas de las elecciones presidenciales, es muy poco probable que el estado se acuerde de recuperar su rol y saldar la deuda social pendiente. En todo caso, las organizaciones paralelas redoblarán esfuerzos físicos, en tanto tengan alguna posibilidad, para que el padecimiento de los flagelos de la pobreza, en términos de carencia de comida, ropa, remedios, educación, seguridad, entre otras cosas, no sean tan definitivamente letales con las posibilidades de desarrollo de dichos niños, niñas y adolescentes.
Así, en el atroz encanto de ser argentino, en la parodia del ser, triste, solitario y final, el pibe, sinceramente, podamos decir que sí, se puede, que nuestros niños, niñas y adolescentes, recueperen algo de lo que les fue compulsivamente arrebatado. Quien quiera leer que lea, y quien quiera oir que oiga.