EDITORIAL | Autor: Lic. Mirtha Cáffaro | 14-05-2019
¿Cómo se piensa una reforma laboral en tiempos de crisis?
Consenso y flexibilización
En un paÃs que vive de urgencia en urgencia es necesario parar la pelota para ocuparse de los temas prioritarios para motorizar el paÃs. La reforma laboral y flexibilización de horarios y carga laboral dinamizarÃa la Argentina productiva garantizando marco legal a muchos trabajadores desprotegidos.
Bien dicen que hay que ocuparse y no preocuparse, pero el día a día nos deja siempre postergando lo importante para salir a “apagar incendios” tras las urgencias.
Uno de esos tantos temas esenciales para acordar una argentina productiva pasa por el contrato laboral y la realidad. Garantizar las 3 T, tierra, trabajo y techo, dependen de implementar políticas de estado que impulsen las otras 3 T, talento, tecnología y tracción.
Una alternativa viable es replantear la jornada laboral y la cantidad de horas. Los países desarrollados con PBI altos, de esta manera fuerzan a vacacionar a sus empleados para impulsar el consumo. Para la Argentina esta alternativa de reducción de jornadas como plantea Chile, para mejorar la calidad de vida, en el caso del país andino, serviría para poner en regla a trabajadores que todavía están “en negro”.
La tendencia actual de flexibilización horaria que, ya hace mucho, implementaron las grandes empresas, permiten el desarrollo personal, el tiempo libre para gozar del “ocio”.
Los países desarrollados tienen marcos regulatorios que fomentan el work-life balance, con opciones de jornadas reducidas y home office varios días a la semana, dependiendo del tipo de trabajo.
En otras palabras, la reforma deja viernes, sábado y domingo libres. También propone la distribución flexible de días y horas laborales. 180 horas por mes teniendo en cuenta la jornada mensual.
Esta flexibilización laboral puede incluir pactar la hora de entrada y salida en “bloques horarios” para acomodar el tiempo laboral a las necesidades. Por ejemplo, reuniones con clientes, preparación de material, jornadas de capacitación, inventarios, etc.
Deberes y derechos consensuados que incluya la pausa en la relación laboral para dedicar tiempo a otros intereses y necesidades sin perder el empleo.
En algunos casos se tiene en cuenta la época del año y se trabaja más en invierno y menos en verano. En Mar del Plata los empleos en relación a la temporada serían a la inversa.
Volviendo a la presentación de la reforma laboral en Chile, plantea que la flexibilización es voluntaria y permite dos nuevas modalidades: 4 días trabajados y 3 de descanso con 45 horas de tope semanal, o 180 horas mensuales con tope de 12 horas diarias y hasta 6 días por semana.
Antecedentes
En 2015, Suecia inició una prueba piloto en la ciudad de Gotemburgo: 70 personas pasaron de tener una jornada de 8 a 6 horas: faltaron menos por enfermedad y mejoraron su productividad de manera sustancial. También en Reino Unido, la empresa Radioactive PR recortó la semana laboral a cuatro días y comprobó que la productividad se concentra de martes a jueves.
En Nueva Zelanda, la firma Perpetual Guardian imitó la medida, llevando la jornada laboral de lunes a jueves, 8 horas diarias. El esquema finalmente se extendió porque no se registraron más pérdidas. En tanto, los sindicatos metalúrgicos de Alemania lograron que los empleados cumplan sólo 28 horas semanales. La decisión estuvo más relacionada con la productividad y su adecuación a la automatización de los procesos.
En Argentina, Eventbrite por ejemplo, fomenta el trabajo por objetivos y a partir de eso define su jornada. La compañía tiene una metodología flexible como parte del contrato de trabajo, que no tiene que ver con la carga horaria sino con las responsabilidades a cumplir por equipo.
Para Argentina, repensar la flexibilización laboral es una alternativa de base que dinamizaría el mundo del trabajo y es importante que los gremios impulsen el cambio para no desproteger a los empleados.