EDITORIAL | Autor: redacción | 09-05-2019
El dÃa C
Cuando Cristina vuelve
Cristina Fernández regresa al centro de la escena polÃtica, esta vez, en la Feria del Libro presentando su nueva producción: "Sinceramente". El tÃtulo dio para todo tipo de crÃticas por parte de los detractores de la década K de los doce años de gobierno (2003 - 2015) sumando los cuatro de su marido fallecido Néstor Kichner y los ocho de sus dos mandatos. Claro que lo que viene, sin dudas, no será ni por asomo parecido a lo que fue: el paÃs es otro, la situación económica es mucho más crÃtica y la sociedad argentina ya no resiste más medidas agravantes hacia las clases más humildes y la clase media.
Macri no pudo, no quiso o no supo hacer un país mejor. Su equipo de gobierno se preocupó por hacer negocios con la banca, las mineras, las petroleras y las empresas de servicios privatizadas. Los recursos de la clase trabajadora fueron transferidos, sin más, mediate tretas legales en términos de aumentos, a los poderosos. Las promesas de campaña no fueron cumplidas y la clase media, la que masivamente apoyó el cambio que promovía Cambiemos, fue la más traicionada. En los estertores del gobierno más fracasado del milenio ni los esfuerzos del FMI por parecer bueno y comprensivo con los vencimientos de Argentina, parecen bastar para calmar la sed insaciable de los mercados buitres, angurrientos de las sobras del banquete.
Cristitna presenta su libro y la gente se ilusiona. Se esperan 20.000 personas pero van a ser más de 100.000 los que vayan a las inmediaciones de la feria del libro. Cristina vuelve, hoy va a hacer el anuncio oficial de su regreso a la carrera política. Si la ex presidenta hoy decide competir no tiene límites y su regreso a "La Rosada" está casi asegurado; porque el caos de este gobierno de inútiles, chetos y burócratas ha superado con creces a la desastrosa gestión de ella (2007-2015) compuesta de corruptos e ignorantes, al punto que el común de la gente ya se ha olvidado.
Así las cosas, o se cambia desde el consenso o nos aguardan cuatro años más de fracasos. Y vaya a saber quién queda en pie para contarlos.