EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 27-06-2018
Lugares comunes
Dólar, inflación, inseguridad, el Mundial
"Si estos dÃas no son los que habitan los lugares comunes, dÃganme por favor cuáles son", dijo el vecino renegado del café, mientra ojeaba un diario local y miraba de reojo la repetición de los goles del mundial. Dos funcionarios que estaban tomando café y susurraban en una mesa lo miraron de costado: el tipo no entendÃa nada, parecÃan decir entre ellos con la mirada, o acaso tal vez, el tipo dice la posta. Lo mismo da; son dÃas en los que no sucede nada y parece suceder todo, incluso que Alemania se vuelva a casa en primera rueda y nosotros estemos, sin merecerlo, en octavos de final. Ya lo decÃa AnÃbal Fernández hace un par de años, cuando era funcionario, junto a su amigo Guillermo Moreno: "estamos mejor que Alemania".
En Argentina sabemos de Lugares comunes. Es una película de Adolfo Aristarain que está basada en la novela "El renacimiento" de su primo Lorenzo F. Aristarain, y cuenta con un guion adaptado por Adolfo Aristarain y Kathy Saavedra. Trata sobre el amor, el envejecimiento, la familia, los ideales políticos y, por encima de todo, es un homenaje al personaje de Liliana, mujer del protagonista. Lugares comunes, en nuestra ciudad, podría ser un homenaje a José, el parroquiano del café de Yrigoyen y San Martín que soltó la frase del principio.
Hace poco escuché a un pseudo especialista en tecnología hablar de los "territorios digitales". El hombre intentaba con una frase rutilante explicar lo que él mismo ignora: los territorios son lugares comunes. Son, como el universo virtual que concibe Sampaoli en las explicaciones de conferencia de prensa que no explican nada. Son lugares comunes como los de Macri y sus tips para ahorrar.
Son, en definitiva el miedo al dólar y a nosotros mismos. El miedo a Alemania, que ya no está y a Brasil, que aún jugando mal nos enseña a jugar.