EDITORIAL | Autor: redacción | 08-05-2018
Y soñaba que soñaba
El paÃs del No me Acuerdo
Las tapas de los diarios de hace 25 años mostraban situaciones similares de angustia y presión exagerada sobre la clase media. Menem, por aquellos dÃas, se endeudaba a troche y moche para mantener una Ley de Convertibilidad que era una mentira a todas luces, solo sostenida desde el endeudamiento y el capricho de un ministro super poderoso, Cavallo, que le hablaba a todos como si supiera lo que realmente sufrÃa parte de la ciudadanÃa. Claro que la otra parte, paseaba en Miami de forma muy barata, compraba heladeras en cuotas y habitaba una patria de fantasÃa. El resultado es por todos conocido, y no fue bueno.
A veces soñar no cuesta nada. Otras veces es carísimo. Despertar en esta Argentina modelo 2018, ineficiente, sin rumbo concreto y multi enedudada nos lleva a pensar que, tal vez, aquel gobierno de ladrones de la década pasada, tuvo una razón de existir: el gobierno cipayo y corrupto de la década anterior.
Entonces esta amarga realidad de tarifas subsidiadas, bolsos con guita al peso y rosca en la obra pública fue la respuesta a 10 años de negociados con la empresa pública, privatizaciones absurdas, tráfico de armas y pólvora. Luego, asqueados de tanto, los argentinos votaron un cambio y resulta ser que es muy similar a lo que se vivía hace veinte años, es decir antes del antes, que nos llevó a la miseria.
Ciclos, en la vida esto se llama "nos jodieron la vida". España está en estos momentos con un giro económico superior al de 2007, en su apogeo, cuando comenzó la crisis que devino en el 2009, es decir, que allá se pudieron sobreponer. Y no son suizos, precisamente. Acá defintivamente no podemos. Con gobiernos que destruyen de día lo que la naturaleza repara de noche, es muy difícil.
Con el sueño alterado y liviano de los clase media es imposible despertar con una sonrisa. Soñar que soñamos, con un país mejor, más honesto y con patriotas, de los de en serio, es tal vez nuestro último refugio.