El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, evitó criticar la decisión de la mayoría de los senadores opositores de no condenar a su predecesor Donald Trump por incitar al ataque al Congreso en enero, pero sí aseguró que ese cargo "no está en discusión", ni siquiera entre algunos de los legisladores que votaron en contra.
"Este triste capítulo de nuestra historia nos recuerda que la democracia es frágil, que siempre debe ser defendida y siempre debemos estar atentos. La violencia y el extremismo no tiene lugar en Estados Unidos, y que cada uno de nosotros tiene el deber y la responsabilidad como norteamericanos, y especialmente como líderes, de defender la verdad y derrotar a las mentiras", agregó.
En línea con su promesa de reconciliación nacional, Biden destacó que la acusación a Trump en la Cámara baja en enero se aprobó con el apoyo de algunos republicanos y, ayer en el Senado, otros siete opositores acompañaron el pedido de condena de los demócratas.
Con una votación final de 57 a 43, el Senado no alcanzó los dos tercios de la cámara que necesitaba para condenar a Trump y lo absolvió por segunda vez en dos años, un hito para la historia de Estados Unidos.