Las entidades señalaron que la terminal no cumple con los requisitos sanitarios acordados con las empresas aéreas y que “no se encuentra cerrado” sino que está operativo para la Fuerza Aérea y hace referencia a que “no es sustentable mantener tres aeropuertos comerciales operativos en el AMBA. Teniendo a Ezeiza a 37 km y Aeroparque a 28 km, los dos aeropuertos más grandes y mejor preparados del país, se garantiza una operación segura y eficiente, en condiciones sanitarias optimas y con sobrada capacidad”.
Si bien el texto no habla puntualmente de un cierre comercial definitivo, desde el Orsna le confirmaron a Infobae que se volvería a usar, por ejemplo, en caso de que se saturen las operaciones de Ezeiza y Aeroparque y siempre que se realicen las obras planteadas. O sea, no en el mediano plazo. Las low cost Jetsmart y Flybondi operarán desde Ezeiza.
Si bien se señala que fue una decisión del Ministerio de Transporte y del Orsna, quienes conocen al sector agregan que el regulador es un organismo controlado por La Cámpora, mucho más cercana a que Aerolíneas Argentinas sea el dominante del sector que a la “revolución de los aviones” que impulsó Cambiemos. El comunicado lo firma Mario Meoni y Carlos Lugones Aignasse, Fernando Muriel y Pilar Becerra, presidente, vice y 1ª vocal del Orsna, respectivamente.
La propuesta que le hizo el Gobierno a las aerolíneas es que se muden a Ezeiza y luego a Aeroparque “manteniendo el acuerdo comercial, con las misma bonificación de tasas aeroportuarias que contaban en El Palomar, a efectos de garantizar los puestos de trabajo, la seguridad de la operación, la seguridad sanitaria de pasajeros y empleados, y también, cuidando los recursos y haciendo una asignación federal de las inversiones”.