| Autor: Redacción | 15-02-2018
Alerta naranja
Por las altas temperaturas
Frente a las altas temperaturas, el ministerio de Salud bonaerense recomendó insistir en aumentar el consumo de lÃquidos aunque no se tenga sed, reducir la actividad fÃsica y resguardarse del sol.
Una ola de calor se define como un período en el cual las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos umbrales que dependen de cada localidad.
El calor intenso y prolongando puede acarrear la pérdida de agua y sales esenciales para el organismo con el consecuente riesgo de deshidratación. La combinación de estos factores, puede desencadenar en el llamado ‘golpe de calor’, que es, en rigor, la consecuencia más grave de la exposición prolongada las altas temperaturas.
Este escenario nos afecta a todos, pero especialmente a los adultos mayores y a los bebés, que son los que menos compensan la pérdida de líquido por la transpiración y la orina. “A las personas de estos grupos etarios se les debe asegurar una adecuada hidratación y ofrecerles líquidos varias veces al día”, agregó el especialista.
Entre los grupos más vulnerables, también entran las personas que padecen enfermedades crónicas, como es el caso de los diabéticos. En este sentido, los especialistas del programa provincial de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento del Paciente Diabético – PRODIABA – explicaron que este grupo debe prestar especial atención en el cuidado de las posibles heridas en los pies y, en algunos casos, modificar la dosis de medicación. Además, “las personas con diabetes deben tener mayores cuidados durante el verano porque el calor puede provocar, entre otras cosas, deshidratación, e influir en la absorción de las insulinas, con el riesgo de que se disparen peligrosamente los valores de azúcar en sangre”, afirmaron.
LOS PRINCIPALES SIGNOS DE ALERTA
Si bien los síntomas varían de una persona a otra, en líneas generales, las señales del golpe de calor suelen incluir temperatura corporal superior a los 39°, cefaleas, náuseas, mareos, piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor), y el pulso y la respiración suelen ser más débiles.
De presentarse estos síntomas, se recomienda bajar la temperatura con baños fríos o hielo, y no demorar en acudir a la atención médica inmediata, sobre todo si el afectado pertenece a uno de los grupos de riesgo.
MEDIDAS PARA PREVENIR EL GOLPE DE CALOR:
– Evitar la exposición al sol desde las 11 hasta las 17.
– A los lactantes, darles el pecho con más frecuencia.
– Tomar agua en forma frecuente todo el día, aun si no se tiene sed.
– Evitar comidas abundantes. Preferir alimentos frescos, frutas y verduras.
– Evitar las bebidas alcohólicas, azucaradas y las infusiones calientes.
– Usar ropa suelta, de materiales livianos, porosos y de colores claros.
– No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
– Mantener el aire acondicionado entre los 23 y 25 grados.
– Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
– Recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el Golpe de Calor y sólo los métodos clásicos, citados arriba, pueden prevenirlo y contrarrestarlo.