EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 21-08-2019
Juan B. Justo
El pulso de la ciudad
PolÃtica aparte, la realidad siempre tiene aristas de difÃcil cobertura. Pensar en la Avenida Juan. B. Justo de la ciudad de Mar del Plata, otrora llamada "Cincuentenario" es pensar en una arteria que marcaba el curso de una ciudad pujante. Comercios, vehÃculos circulando, casas de ropa de outlet y aquel mote tradicional de "La Avendida del Pulover" han quedado resumidos a unos escasos comercios que pugnan por no caerse de la raya. Deterioro, baches, mugre, terrenos baldÃos y locales comerciales hechos "tapera" nos cuentan otro relato: el de fracaso como colectivo social. Ni el gobierno nacional, ni el provincial y mucho menos el municipal han hecho nada para preservar este importante epicentro comercial que, a la buena de Dios, se debate entre el ser y el parecer. Los carteles de polÃticos prometiendo cosas pegados sobre los vidrios de comercios cerrados son mucho más que una contradicción: son la sÃntesis de la desidia. Quien quiera oÃr que oiga y quien quiera leerlo que lo lea.
De aquella ruta "Camino al Puerto" que en 1924 se pasó a llamar Cincuentenario, incluso luego tomó el nombre de Fortunato de la Plaza(1933), hasta nuestro actual enclave al que llamamos Juan B. Justo, han pasado unos cien años. Lo cierto es que los sueños de los pioneros de nuestra ciudad (Peralta Ramos hijo, Fava, Rufino Inda, José Bañuelos, se han sumergido en una miseria y mediocridad poco imaginables en aquel entonces. La estación de servicio de Axion cerrada definitivamente hace menos de 90 días de la esquina de Martí y dicha avenida, nos marca el pulso de la recesión. El Intendente actual concedió notas en 2016 para anunciar que habían tapado los baches de Juan B. Justo entre Arenales y Tucumán, como si aquello fuese un aporte significativo. Por cierto los pozos se han hecho más grandes a la fecha actual e irremediablemente seguirán así.
Una sociedad tan desigual, que se permite reformar 7 veces en 30 años la peatonal San Martín, pero no puede poner un balde de mezcla en un pozo de una de las arterias más importantes para el desarrollo económico de la ciudad, es la muestra de una miopía irremediable, con gobernantes que no están a la altura de las circunstancias y dirigentes que no saben, no pueden o no quieren reclamar lo que legítimamente les pertenence.
Por Juan B. Justo circula el 60 % del PBI de la ciudad si consideramos al puerto y las industrias aledañas. Nadie parece tomar nota. Así las cosas, mientras Macri se debate entre el candidato y el presidente, mientras Vidal juega a ser buena y Arroyo publica acciones en Instagram avisando que se castran perros en Parque Palermo, los desaguisados de la dirigencia inoperante nos dejan sin nada, una vez más, mientras miramos de reojo el calendario electoral y sacamos cuentas: si hoy se alineases todas las voluntades para mejorar esta situación la avenida tendría no menos de 4 años de intensas tareas por delante para tratar de ser lo que fue hace unos 25 años.
Nada se podría resumir mejor que la frase del periodista Roberto Caballero para Tiempo Argentino, aunque en otro contexto: es el gobierno preso de su propia inoperancia.