EDITORIAL | Autor: redacción | 24-06-2019
El dÃa de la resta
Minutos para que se vayan
Arroyo en campaña, con propios y ajenos deseando que se vaya, un Montenegro que trata de hacer pie, la silenciosa Vilma y Pulti tratando de explicar algo. Fernanda Raverta asomando en carteles como una promesa femenina y mucho más de nada, sin posibilidades reales. En ese esquema de 13 precandidatos a intendente del Partido de General Pueyrredón, vemos como Arroyo intenta seguir ajustando el municipio con recortes sobre los docentes disfrazados de beneficios, mientras desde lo legal le preparan un par de misiles por malversación de fondos o mal uso de los mismos, lo que técnicamente se equipara. Mar del Plata navega hacia el iceberg de la incertidumbre disfrazada de proceso democrático. La ciudad que es económicamente más importante que ocho provincias, no tiene un horizonte claro a la vista. Asà las cosas, la despedida de 2019 promete ser un auténtico desencanto.
Si los precandidatos con alguna chance certera supiesen la conflictividad real que deberán enfrentar en 2020 de forma certera, pensarían más de dos veces el hecho de postularse a semejante responsabilidad. Lo social semi derruido, la educación municipal degradada de forma vergonzante, los dislates en el área de tecnología y modernización, la falta de criterio en los entes descentralizados, los polideportivos mal adiministrados, salas de salud en crisis, funcionando en espacios prestados, el transporte público cartelizado, la recolección de residuos en una eterna lucha de poder, ponen a la administración municipal del año que viene en un horizonte oscuro, irremediablemente recesivo y encaminado hacia el ajuste.
Un voto de confianza de los ciudadanos debería ser acompañado con un crédito en el tiempo para márgen de acción de quien asuma. En todo caso ni Arroyo ni Pulti lo van a tener en el hipotético caso de que ganen. Los demás... el verdadero signo de pregunta, no parecen tener la estructura para gobernar este enjambre.
Como sea, el devenir de los días inmediatos nos va a poner de cara a la realidad. Los tiempos que vienen serán peores y las frases del tipo de "qué bien que estábamos cuando estábamos mal" son las candidatas a ser más veces pronunciadas.